Al tratarse de una situación reversible, es suficiente con llevar a cabo un examen periodontal, higiene dental que elimine por completo el sarro y la placa bacteriana, control y mejora de los hábitos de higiene del paciente y consultas periódicas por parte del odontólogo
Estudio periodontal:
Consta de un estudio clínico, radiográfico y sondaje periodontal necesarios para llegar a un diagnóstico correcto de la enfermedad.
Raspado y alisado radicular por cuadrantes
Consiste en anestesiar y limpiar de forma exhaustiva (3-5mm de profundidad) la superficie de las raíces de los dientes que están cubiertas por la encía, dejándolas limpias y lisas pero sin necesidad de cirugía. Habitualmente el tratamiento consta de 4 sesiones en las que se divide la boca por cuadrantes o medios siendo la duración de cada sesión de entre 60 a 90 min. según la necesidad de cada paciente
Re-evaluación del paciente (a los 3 meses):
Se realiza normalmente a los 3 meses después de realizado tratamiento de la fase activa o siempre que se considere necesario. Consiste en un examen clínico y nueva medición del sondaje periodontal, en ocasiones se repite parte del examen radiográfico
Cirugía periodontal (en los casos que sea necesario)
Se considera necesaria cuando el tratamiento no puede ser llevado a cabo en su totalidad con raspados debido a que la profundidad de las lesiones supera los 5 mm. Consiste en abrir la encía para acceder a todo el tejido periodontal infectado, limpiando y alisando la raíz y eliminando todo el tejido inflamatorio
Consiste en realizar higiene y revisiones periodontales cada 3, 6, 9 o 12 meses según lo requiera cada caso en particular, y si fuera necesario raspaje y alisado radicular en caso de encontrar bolsas periodontales activas.
El tratamiento de la enfermedad periodontal está básicamente orientado hacia la disminución de la placa bacteriana y el sarro, así como la adopción de hábitos saludables como son: