La higiene bucodental es una medida de prevención importante para aumentar la resistencia y buen estado de los dientes.
La higiene bucodental comienza desde el momento en que sale el primer diente en la boca. A partir de ese momento los padres pueden limpiar el diente con una gasa. Cuando hay un mayor número de dientes hay que seguir siempre la misma rutina y limpiar también la lengua y los carrillos. Para niños entre 0 y 3 años la Sociedad Española de Odontopediatría recomienda: utilizar una gasa, un dedal de silicona o un cepillo dental de lactantes con pasta dental de 1000 ppm (partes por millón) de ion flúor, en cantidad equivalente a un grano de arroz o una pequeña mancha. Aunque con dos y tres años ya suele haber una inclinación por parte del niño a limpiarse los dientes sin ayuda, es importante que los padres supervisen y limpien las áreas que el niño pasa por alto.
La edad idónea para la primera visita al odontólogo es a los dos años, aunque muchos lo hacen a los cinco. A estas edades tan tempranas tanto el cepillado, como el resto de la higiene bucodental del niño, dependen básicamente de los padres. Con esta visita se consiguen varios objetivos: perder el miedo al profesional y comenzar un hábito de visitas periódicas, detectar posibles caries, comprobar el desarrollo de las arcadas dentarias y de los huesos maxilares, y revisar los hábitos alimentarios y la aplicación de flúor.
Entre los 6 y los 10 años el niño debe ir responsabilizándose de forma progresiva de su higiene dental. También puede comenzar a usar la seda dental.
Los cepillos dentales recomendables para los niños son los que poseen cerdas blandas de punta redondeada. Es conveniente que el tamaño del cabezal sea más pequeño y el mango sea más grueso que los de los cepillos para adultos.
Si no se lleva una adecuada higiene dental las personas pueden sufrir halitosis o mal aliento
Cepillado dental
La técnica de cepillado más adecuada para prevenir las enfermedades dentales es la llamada Técnica de Bass. Consiste en colocar el cepillo entre la encía y el diente y hacer movimientos circulares de rotación sin trasladarlo.
El cepillo debe ser de púas suaves, de cabezal no muy grande y cambiarlo cada 2 o 3 meses. La presión a ejercer debe de ser ligera. El tiempo de aplicación de este cepillado tiene que ser de 10 seg. por cada tramo que abarque el cepillo. El tiempo óptimo de duración del cepillado se ha estimado en 2 minutos aproximadamente.
No te eches demasiada pasta de dientes, la cantidad para un adulto debe ser del tamaño de un guisante.
Debemos también limpiar la lengua con un movimiento desde atrás hacia delante, para arrastrar los restos de comida, células descamadas, mucosidades, bacterias,…
Uso de Cepillos Interproximales
Sirven para eliminar la placa dental de las paredes laterales de los dientes y los restos alimenticios que quedan entre ellos. Introducimos el cepillo de la anchura adecuada en el espacio interdental y presionamos primero contra un diente y después contra el otro moviéndolo de dentro hacia fuera repetidamente. Esta operación dura alrededor de 5 seg., y debe repetirse en todos los espacios donde el cepillo interdental pueda ser introducido.
Uso de la Seda Dental
También sirve para eliminar la placa bacteriana de las paredes laterales de los dientes. Se utiliza cuando la encía cubre todo el espacio interdental y no pueden introducirse los cepillos interproximales.