La mayoría de los problemas de salud bucodental no son una consecuencia inevitable del paso de los años, sino que son enfermedades que pueden, y deben, ser tratadas.
Como siempre, el mejor consejo es la prevención mediante una buena higiene bucodental, pero en caso de que aparezca cualquier tipo de problema de salud oral, las personas mayores deben saber que hoy en día cuentan con soluciones muy numerosas y variadas.
Mantener una adecuada higiene bucodental es fundamental para aumentar la resistencia y buen estado de los dientes. Su descuido puede dar lugar a problemas de halitosis o mal aliento, a enfermedades y, a la larga, incluso, pueden causar la pérdida de una o varias piezas dentales. Es conveniente seguir las siguientes recomendaciones:
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El cepillado debe ser una rutina diaria para evitar que la placa bacteriana tenga efectos nocivos y permanentes.
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No fumar y seguir hábitos alimenticios saludables.
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Prestar atención a ciertos síntomas comunes, como el enrojecimiento o sangrado de las encías, la sensación de frío-calor al masticar o la rotura de alguna pieza dental.
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Tratar los problemas bucodentales en cuanto se presentan, para evitar que empeoren o degeneren en enfermedades como la periodontitis, que suele evolucionar de forma rápida y en muchas ocasiones conlleva la pérdida dentaria.
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Acudir periódicamente al dentista (lo aconsejable es cada seis meses. Aproveche la visita para que se le haga una higiene dental en la clínica), ya que una de las claves para resolver problemas dentales es detectarlos cuando son incipientes.
Hay ocasiones en las que la prevención no ha sido posible y se produce la pérdida de una o varias piezas dentales. Es importante saber que existen muchas soluciones disponibles, entre las cuales destacan, por su buen resultado, los tratamientos implantológicos. ¿Por qué un implante?:
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Los implantes dentales son raíces artificiales que se colocan en el hueso mandibular o maxilar, creando una base sólida y fija sobre la que se pueden efectuar tanto restauraciones de dientes individuales, como prótesis parciales o totales.
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El objetivo de los implantes dentales es dotar a sus dientes de la consistencia adecuada para que actúen igual que los naturales: les permite no solo masticar con total comodidad, sonreír y hablar con la misma seguridad que con nuestros propios dientes, sino que también restauran la estética de nuestra boca.
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Es importante tener en cuenta que, aparte de la pérdida de su funcionalidad, la falta de uno o varios dientes también causa la pérdida de hueso. Esto provoca un envejecimiento prematuro del rostro, y puede hacer aún más difícil y complejo el tratamiento posterior.
Una de las preguntas más habituales con respecto a los implantes dentales es es lo que el paciente debe tener en cuenta. La respuesta siempre debe ser la misma: la calidad. Un implante dental es una pieza que permanecerá en su boca durante muchos años. Estamos hablando de una cuestión de salud y por ello la calidad es primordial.
El paciente debe asegurarse de que el centro al que acuda utilice un sistema de implantes que ofrezca un amplio rango de soluciones ajustadas a cada caso, para poder enfrentarse a los tratamientos con la máxima confianza y predictibilidad.
En cuanto al material, lo recomendable es exigir un implante de titanio, biomaterial por excelencia, compatible con los tejidos humanos, y que por lo tanto no genera rechazo. A día de hoy, los estudios demuestran que el titanio puro, provisto de un adecuado tratamiento superficial, es el biomaterial con más garantías y ofrece una gran resistencia mecánica a largo plazo. Además, el titanio se integra con el tejido óseo, produciendo lo que podríamos denominar una soldadura biológica con el hueso vivo.
Por eso en la Clínica Eduardo Anitua se utiliza el sistema de implantes BTI, que cumple con los mayores y más rigurosos estándares de calidad.
No obstante, es necesario remarcar que no basta con que el implante sea de calidad y su colocación haya sido correcta. El éxito del tratamiento también depende del compromiso del paciente con una correcta higiene bucal y con las revisiones periódicas.
En la actualidad ya no está justificado venir al dentista con miedo, ya que los tratamientos que se aplican han evolucionado hasta el punto de que son muy poco invasivos y atraumáticos. Además, el proceso de recuperación puede acelerarse, minimizando también el dolor post-operatorio, con el uso de técnicas como el plasma rico en factores de crecimiento, una tecnología desarrollada y patentada por BTI Biotechnology Institute.
Esta tecnología consiste en extraer una pequeña cantidad de sangre del paciente y, a partir de ella, aislar del plasma sanguíneo las proteínas responsables de la cicatrización de las heridas y de la regeneración de los tejidos. Una vez aplicadas en la zona a tratar, estas proteínas permiten acelerar el proceso natural de cicatrización y regeneración de los tejidos (hueso y encía), reduciendo tanto el dolor como el riesgo de infección, de inflamación y de complicaciones postquirúrgicas, y disminuyendo así el tiempo de recuperación.
A la hora de enfrentarse a un tratamiento de salud bucodental, hay que hacerlo con todas las garantías. Es fundamental que el paciente constate que se le realiza un diagnóstico adecuado, de tal manera que pueda entender perfectamente cuál es su problema y qué posibles soluciones se le ofrecen.
Por eso, en la Clínica Eduardo Anitua contamos con los mejores medios técnicos y humanos, para poder ofrecer al paciente el tratamiento bucodental que mejor se adapta a su caso con todas las garantías.
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