La estética dental es la parte de la odontología que se encarga de corregir todas las alteraciones de forma, color y posición dental para lograr una sonrisa bonita y atractiva, cumpliendo en la medida de lo posible con los objetivos de belleza que pretende cada persona.
Los tratamientos englobados en este apartado son lo suficientemente complejos para que en muchas ocasiones tengan que intervenir profesionales de varias disciplinas, tales como la ortodoncia (corrección de la malposición de los dientes), odontología conservadora (higiene dental, eliminación de caries, endodoncia, blanqueamientos), implantología (implantes dentales como base para las prótesis fijas) y prostodoncia (coronas, carillas, prótesis dentales fijas) para conseguir, bajo una misma dirección, unos buenos resultados funcionales y estéticos. Por ello, es muy importante realizar un plan de tratamiento multidisciplinar
El blanqueamiento es uno de los procedimientos dentales estéticos más solicitados actualmente.
El color de los dientes viene determinado por las características individuales de la dentina, por lo que hay personas que por naturaleza tienen los dientes más blancos que otras. Otros factores que influyen en el color de los dientes son:
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El consumo de ciertos alimentos con colorantes o bebidas como vino tinto, infusiones de hierbas, café, té y el tabaco causan tinciones superficiales del esmalte.
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Algunos medicamentos como tetraciclinas, clorhexidina o flúor pueden teñir el esmalte y la dentina
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Con la edad la dentina se oscurece y la capa de esmalte se afina por el desgaste, por lo que el diente tiende a verse más amarillo.
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Los golpes pueden causar sangrados en el interior de la estructura dental que hacen que el diente adquiera un tono grisáceo y negruzco.
El tratamiento de blanqueamiento dental consiste precisamente en eliminar esas manchas o tinciones depositadas en la superficie dental o en el interior del diente mediante distintas técnicas que pueden realizarse en la clínica, en casa o una combinación de ambas opciones.
Hay muchas tinciones severas, (especialmente las provocadas por empleo de tetraciclinas, que presentan bandas grisáceas o negruzcas de diferentes intensidades) que no pueden resolverse mediante blanqueamiento externo, pero pueden abordarse mediante blanqueamiento interno previo endodoncia.
En la clínica Eduardo Anitua usamos técnicas de blanqueamiento externo, blanqueamiento interno y blanqueamiento externo en casa del paciente.
Las carillas son finas láminas de porcelana o composite (material del que se hacen los empastes blancos) de aproximadamente 0,2-1 mm de espesor que se colocan cubriendo la zona delantera de los dientes habiendo reducido previamente de forma leve el espesor de esmalte del mismo.
Estas carillas nos ayudan a mejorar la estética de los dientes disimulando manchas, anomalías de forma o leves anomalías de posición o tamaño.
Las carillas de porcelana tienen una textura tal que las hace prácticamente indistinguibles de los dientes naturales. Además, su duración es mucho mayor 15 a 20 años, frente a las de composite con una vida media entre 5 y 10 años. Por otra parte, las carillas de porcelana mantienen durante su vida el brillo y son más resistentes a la pigmentación que las de resina, en especial si no se sigue una correcta higiene bucal o se tienen malos hábitos (tabaco o bebidas como el café o los refrescos de cola, que amarillean los dientes). No obstante, cabe la posibilidad de alargar al máximo la efectividad de las carillas de composite mediante revisiones periódicas de mantenimiento y una limpieza bucal al año. Además, una vez transcurridos estos 5 ó 10 años se pueden restaurar las carillas (tras sustituir su capa superficial).
En cuanto a su resistencia, cabe decir que tanto las carillas de composite como las de porcelana no deberían despegarse si la colocación y el uso son correctos. La rotura tampoco es habitual en ninguno de los dos casos. Si esto ocurriese, la reparación de las láminas de composite sería más fácil. Por el contrario, con las carillas de porcelana, habría que repetir la carilla por completo.
Otra diferencia reside en la colocación. Mientras que con una sola sesión se pueden colocar las carillas de composite, las de porcelana precisan de una primera sesión de preparación y una segunda de colocación.
Una última diferencia importante es su coste. Las carillas de porcelana son mucho más costosas que las de composite, debido a los materiales que se usan y a que no sólo interviene el odontólogo, sino también el personal de laboratorio encargado de modelar la lámina. Ahora bien, considerando un período de 15 – 20 años, dado que las de resina requieren más cuidados, el coste total no difiere mucho de unas a otras.
Los composites son un material de obturación (empastes blancos) que nos permiten realizar reconstrucciones de dientes en sectores estéticos evitando recurrir a otras alternativas menos conservadoras como las coronas de recubrimiento total (fundas).
Los grandes avances en la calidad de estos materiales nos permiten realizar una reconstrucción que se camufla completamente en el diente en el que asienta consiguiendo una estética perfecta.