¿Cuándo se debe acudir por primera vez al ortodoncista?
Siempre aconsejamos que la primera visita al dentista se haga hacia los 4 años, con el objetivo de verificar que el crecimiento de maxilares y dientes es el correcto.
¿Los problemas de ortodoncia son difíciles de corregir?
La mayor parte de ellos se corrigen fácilmente cuando el tratamiento se inicia en una fase temprana (ortodoncia preventiva). Esperar hasta la aparición de los dientes definitivos, o hasta que el crecimiento óseo esté completado, puede hacer que el tratamiento de ortodoncia sea más complicado. Por ello, es recomendable hacer revisiones de los dientes de los niños cada vez que se percibe algún cambio en la posición de sus dientes. Así, por ejemplo, una mala oclusión (posición inadecuada de los dientes que da lugar a una incorrecta masticación), un ligero problema estético que se detecte (dientes que se montan unos sobre otros o que crecen en una dirección anómala) son problemas habituales que se corrigen adecuadamente con la ortodoncia. Además, los tratamientos de ortodoncia son muy bien soportados en edades tempranas, lo que permite conseguir proporciones faciales armónicas que evitarán situaciones molestas para los niños, tanto desde el punto de vista funcional como estético.
¿Hay que tomar alguna precaución cuando el niño va perdiendo los dientes de leche?
En los casos en los que las pérdidas de dientes de leche se producen prematuramente, hay que estar alerta sobre posibles problemas futuros en los dientes definitivos. En esos casos, acuda al dentista para su control.
¿Hay que tomar alguna precaución cuando los niños dan el ‘estirón’?
Sí, porque es un momento importante en el desarrollo del niño, en el que se debe detectar cualquier anomalía en la formación de sus dientes y de sus maxilares, para estar a tiempo de poder corregirlo con un tratamiento de ortodoncia.
¿Todos los niños deben tratarse con ortodoncia?
La necesidad o no de un tratamiento de ortodoncia depende de cada niño. Hay niños cuya boca evoluciona perfectamente y no hay que tratarlos nunca, mientras que otros presentan ciertas patologías que es preciso controlar a edades tempranas tempranas (entre los 6 y los 12 años). No obstante, para la gran mayoría de los niños es preciso llevar un control ortodóntico moderado que comenzará entre los 10 y los 14 años. Toda ortodoncia previa a la erupción completa de todos los dientes definitivos (entre los 10 y los 14 años) es ortodoncia preventiva que garantizará un correcto crecimiento y disposición de las piezas dentales.
Cuando se detecta un problema en la boca de un niño, ¿hay que acudir al especialista?
Sin duda. Es muy importante no dejar que trascurra el tiempo, ya que una vez que las estructuras óseas completan su fase de crecimiento y adoptan su forma definitiva, el problema puede agravarse y su solución tiende a ser mucho más compleja, pudiéndose incluso llegar a situaciones en las que la cirugía es el único tratamiento posible.
¿Existe algún tratamiento de ortodoncia invisible para niños?
Sí. Consiste en una serie de dispositivos transparentes, que se quitan y se ponen, que hay que cambiar cada dos semanas aproximadamente. Disponen de unos indicadores de control que permiten al dentista estimar el tiempo que el niño los está usando. Deben llevarse durante todo el día y sólo se deben quitar para comer. Después el niño debe limpiarse los dientes, facilitándose el proceso al hacerlo sin los dispositivos. Si el niño no se los limpia bien, quedarán restos que el dentista podrá detectar, enseñando al niño a mejorar su limpieza dental.